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Leonel Castillo Segura (50), experto en técnicas audiovisuales y comunicador audiovisual de AIEP (ex sede en calle Holanda) y posteriormente periodista de la UNIACC, lleva cerca de 30 años vinculado a la televisión… aunque inicialmente ingresó a AIEP a estudiar Sonido a principio de los noventas.

Pero su amor por la música -que mantiene hasta el día de hoy en su faceta artística- no pudo contra las matemáticas que exigía esta carrera, y sumando y restando -aconsejado por un amigo- finalmente se decidió por algo ligado a la televisión. “A mí me gustaba la tele. Yo era de los que iba a los estudios Catedral, de público, a ver los programas de televisión y en el liceo me destacaba por hacer cosas relacionadas con este mundo”, dice.

En AIEP tuvo docentes que lo marcaron para siempre, a los que define como “emblemáticos”: Patricio Martínez, jefe de carrera de entonces, y Cristián de la Rosa. Ambos, recuerda, fueron una tremenda inspiración para formarse en esta carrera. Docentes como ellos dos -asegura- lo incitaron a él y a sus compañeros a ser prolijos en términos de la realización, lección de vida que conserva, valora y agradece hasta el día de hoy. “En ese entonces cuando decidí estudiar televisión yo quería entrar a algún canal, pero era super complejo. Me gustaba todo lo que tenía que ver con ese mundo, ya fuera cámara, edición, post producción. AIEP me dio las directrices para entender mejor estas dinámicas”, agradece.

Tras su egreso estuvo un año buscando trabajo en TV mientras estudiaba fotografía profesional, hasta que postuló a una práctica en Televisión Nacional, quedó en el área de continuidad, pero no escatimó esfuerzos en golpear otras puertas al interior de TVN hasta que se le abrió la del matinal Buenos Días a Todos donde trabajó durante 17 años. “Partí como asistente de producción, que consiste en manejar toda clase de recursos humanos y técnicos para sacar adelante un programa. Una de las primeras pegas que yo hacía era poner los productos y las publicidades en mesas (para que los animadores Jorge Hevia y Margot Kahl hicieran las menciones). Ese era mi trabajo, como también producir el desayuno de las mañanas, que era un trabajo riguroso. Como productor me tenía que preocupar que la mesa estuviera bonita”, recuerda.

Con el correr de los años le despertó el interés por la realización, de la edición, haciendo reportajes junto a los periodistas en calidad de productor. “Viajaba por todo Chile con un periodista, grabábamos y yo me sentaba en la sala de edición de las ¾ y las betacam y editábamos los reportajes”, señala, para luego evolucionar a la labor de productor en terreno para los reporteros del matinal. “Trabajé como productor con Germán Valenzuela, Pablo Millas, Bárbara Rebolledo, Gonzalo Ramírez y Gustavo Huerta, por nombrar algunos, y ahí me picó el bichito de estudiar periodismo. El canal me becó siendo asistente de producción, entré a la UNIACC, y desde entonces puedo decir que en mi trabajo puedo hacer de productor, dirección de televisión y periodismo”, cuenta.

De TVN se fue el 2010 al Canal 13 para participar del nacimiento del programa Bienvenidos viendo los contenidos, en lo que sería la antesala de su transición desde detrás de cámara a frente a ellas. “En algún minuto una productora me dijo que yo presentaba los temas mejor que muchos periodistas y que por qué no salía a la calle… y cuando me presentaron el desafío lo tomé y desde entonces que aparezco en los matinales”.

Después de unos años en Inés Matte Urrejola Leo Castillo volvió a caminar unas cuadras para regresar a TVN, para cada día levantarse a eso de las 4:40 AM, llegar al canal a las 6:30 y salir al alba a terreno ya con la pauta armada para el Buenos Días a Todos o atento a la contingencia de cada mañana. “Lo positivo de esto es que yo conjugué varias cosas en mi vida. La producción y dirección que estudié en AIEP, la fotografía y el periodismo, todo lo que me permitió tener una disciplina para el mundo laboral”, comenta.

Con Valija Diplomática y APES

El móvil en vivo y el contacto con la gente es, sin duda, lo que más le gusta de su trabajo a Leo Castillo, objetivo bien logrado y hasta reconocido por sus pares hace algunos años quienes en 2014 lo alzaron como un “notero” destacado otorgándole un premio APES por su labor periodística en el matinal Bienvenidos.

Su trabajo, cuenta, le ha dado grandes momentos profesionales -no exentos de dificultad- como cubrir desde la calle el estallido social del 18 de octubre o agarrar maletas y partir a La Paz, Bolivia, para hacer despachos desde esa ciudad durante el diferendo marítimo con Bolivia en La Haya.

Y si de tomar maletas se trata una faceta no tan conocida, y que a ratos lo posiciona también frente a las cámaras y cerca de la audiencia, es la de músico. Más que maleta de periodista Leo Castillo ocupa Valija Diplomática.

Y es que desde hace 13 años él es el bajista de esta banda fundada en 1985 por el uruguayo Alejandro Cappeletti (en voz y guitarra) y que en su formación original en los ochenta tuvo además a Memo Sanfurgo (guitarra), Lito Zerené (batería) y Andrés Escalona (bajo).

Un par de veces al año, cuenta, esta mítica banda que interpreta temas como “Mi vida vale más” y “Tú lo sabes bien”, íconos de la época, se reúne para hacer conciertos y giras por el país, llevando toda la música y la nostalgia de una década rica en éxitos del rock y pop latino.

Así Leonel Castillo, el reconocido y respetado notero del Buenos Días a Todos, es un hombre más que feliz y realizado, a quien seguramente la televisión le siga dando espacios de crecimiento.

Esto lo vio venir Vasco Moulián, actor, empresario y ex director de programación de Canal 13, quien hace varios años escribió en La Cuarta: “Para mí, Castillo merece lucir más. Es un notero que junta todos los ingredientes para seducir a la audiencia matutina y, por lo mismo, lo consideraría en un rol más protagónico”.

Y así fue y sigue siendo.

 



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