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Con el objetivo de fomentar una cultura sostenible en los sectores productivos de la región, se llevó a cabo en Valparaíso el conversatorioDiálogo con Empresas B”, un espacio de reflexión y aprendizaje organizado por AIEP Valparaíso.

La actividad, que surge a partir del Consejo Consultivo de Vinculación con el Medio de la Macrozona Costa de AIEP, buscó visibilizar y promover el triple impacto en los negocios.

Durante la jornada, destacados emprendedores y representantes de Empresas B compartieron sus experiencias, desafíos y aprendizajes en la medición del impacto social, económico y ambiental de sus proyectos.

Experiencias de éxito con propósito

Entre los expositores, Camila Pastén, fundadora de Todos Somos Personas, compartió la trayectoria de su empresa. Enfocada en estrategia organizacional, reclutamiento, bienestar laboral y capacitación, siempre con un fuerte acento en la igualdad de género y el trabajo decente.

Pastén destacó un logro significativo: el 100% de sus clientes regresaron a confiar en sus servicios en 2025.

Desde Rapa Nui, Javier Arancibia presentó la Cooperativa Umagna Cape Rapa Nui, la primera cooperativa B del mundo en el rubro del café.

Arancibia resaltó la importancia de la interdependencia y la simplicidad al comunicar los esfuerzos de sostenibilidad, destacando la equidad de género entre sus 11 integrantes.

Reflexiones y desafíos: el verdadero significado de la sostenibilidad

Las intervenciones de los expositores dejaron claro que la sostenibilidad va mucho más allá del cuidado del medioambiente. Se trata de un enfoque integral de triple impacto, que considera simultáneamente el bienestar social, la viabilidad económica y la responsabilidad ambiental.

Otro punto crucial del conversatorio fue la necesidad de medir y comunicar el impacto. Ambos expositores coincidieron en que los indicadores sociales, económicos y ambientales son esenciales para demostrar el valor que generan las organizaciones.

Sin embargo, también señalaron que el mayor reto no siempre es la medición en sí, sino lograr transmitir estos resultados de manera clara y sencilla a la comunidad, evitando que la sostenibilidad se perciba como un concepto lejano o abstracto.

Además, se discutieron los desafíos que enfrentan las Empresas B. Estos incluyen la necesidad de formalizar procesos internos, mantener registros de buenas prácticas y manejar decisiones que a menudo generan tensión entre lo ético y lo económico.

En este contexto, se valoró el rol de las habilidades socioemocionales como una herramienta clave para construir entornos laborales resilientes y sostenibles, en línea con las proyecciones globales para 2030.

En definitiva, el conversatorio no solo sirvió para visibilizar experiencias exitosas, sino que también abrió un espacio de reflexión sobre cómo avanzar en la construcción de un tejido empresarial que combine competitividad con un impacto positivo en la sociedad y el planeta.

La jornada demostró que es posible hacer negocios de manera distinta, con un propósito que beneficie a todos.

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