Martín Flores (21) hace su práctica de la carrera Técnico Deportivo en el Kassun Elementary School de la ciudad de Anchorage, en Alaska, como profesor de Educación Física para los más pequeños del establecimiento.
Su jornada laboral es desde las ocho de la mañana hasta que oscurece, a eso de las 16:30. Después de ello… entrena.
Oriundo de San Carlos, Ñuble, Martín es campeón nacional de Esquí de Fondo, deporte de invierno que consiste en deslizarse sobre la nieve con esquís y bastones y donde los participantes recorren largas distancias en el menor tiempo posible.
Desde niño, junto a sus tres hermanos (que actualmente son Carabineros y Constructor Civil), se destacaba por su pasión por el deporte, cosechando podios en campeonatos nacionales. A los 13 años comenzó a practicar esquí de fondo en Nevados de Chillán, impulsado por la ilusión de su padre quien lamentablemente falleció cuando Martín tenía 15 años.
El dolor de la pérdida se convirtió en un motor para Martín, quien encontró en el entrenamiento la mejor forma de mantener su mente ocupada y honrar la memoria de su padre. A partir de ese momento, su carrera despegó.
Se integró al Club Deportivo Cordillera de Pinto, compitiendo a nivel nacional e internacional. En 2021, clasificó al Mundial Absoluto en Alemania y posteriormente participó en los mundiales junior de Noruega (2022) y Canadá (2023).
Y ese mismo año se consagró como Campeón Nacional, consolidándose como el mejor esquiador de fondo de Chile.
Cosechando frutos
Su camino no ha sido fácil. Martín ha tenido que conjugar el entrenamiento con el trabajo y los estudios.
Para costear sus viajes y competencias, Martín trabajaba los veranos cosechando frutas y con esos ahorros viajaba en invierno para competir en el extranjero. Y tanto esfuerzo trajo sus frutos.
La alta competencia le permitió convertirse en un deportista de elite que hoy además recibe un aporte del Instituto Nacional del Deporte. Estudiar en AIEP San Felipe, dice, le brindó la oportunidad de crecer tanto en lo deportivo como en lo personal, recibiendo el apoyo de sus docentes y compañeros.
Y pudiendo, además, estudiar sin costo gracias a una beca de AIEP por ser deportista de alto rendimiento (que le cubre un 80%) más un beneficio estatal (con el que cubre el restante 20%).
La institución, agradece, le ha dado todas las facilidades y oportunidades para crecer personal, profesional y deportivamente. «No es fácil estar trabajando, estudiando, entrenando y compitiendo”, señala. «Mi sueño es representar a Chile en los Juegos Olímpicos ya sea en el 2026 o en el 2030”, asegura.
Por eso hizo todo lo posible por finalizar sus estudios haciendo la práctica en Alaska, donde abundan la nieve, los bosques y las explanadas. «Esta oportunidad es perfecta porque me estoy educando en un sistema que funciona y tengo la posibilidad de entrenar. Es la combinación perfecta para mí”.
En total son 378 horas de práctica las que Martín debe cumplir en Alaska, las cuales culminaría a fines de marzo. Para abril lo que busca en lo personal y profesional -y lo está gestionando- es volver a Chile, convalidar ramos y sacar en un año la carrera de Personal Trainer también en AIEP San Felipe.
Y en lo deportivo, quiere seguir este año al tope del ranking nacional de esquí de fondo para sumar los suficientes puntos y cumplir su sueño: llegar a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en Milán-Cortina d’Ampezzo, Italia, entre el 6 y el 22 de febrero de 2026.
Y si bien de San Felipe a Milán hay una gran distancia por recorrer en esquís, Martín se tiene fe. Es el mejor fondista de Chile.
Revisa las postales de la carrera de Martín
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